Desafío Montreal
Las vivencias del primer invierno como turista.
Aun y cuando nuestro hijo ya tiene varios años viviendo en Canadá, este fue el primer invierno cuando mi esposa y quien esto escribe, decidimos visitarlo. Anteriormente lo habíamos hecho en verano.
Si bien es cierto que considerando nuestros compromisos laborales, disponemos de más tiempo libre en diciembre, siempre eludimos viajar a Canadá por el tema del invierno, sin embargo, en esta oportunidad ocurrió un evento que nos hizo replantearnos la posibilidad de realizar el viaje en diciembre, nuestra hija que vivía en nuestro país, también se mudó a Canadá.
Considerando las festividades decembrinas, fechas propicias para el encuentro familiar, y tomando en cuenta que sería el primer año que la pasaríamos sin alguno de nuestros dos hijos, nos propusimos como objetivo, estar con ellos para esas fechas.
Aún y cuando estábamos conscientes que viajábamos al invierno canadiense, en realidad no sabíamos a ciencia cierta a que nos enfrentaríamos, pero definitivamente estábamos listos para nuestro “Desafío Montreal en Invierno”. Nuestro primer encuentro con esa realidad, fue la vista de la ciudad, desde el avión. Algo completamente impactante, Montreal totalmente cubierta de nieve.
En el aeropuerto nos esperaban los hijos, con toda la vestimenta y accesorios necesarios para soportar las condiciones climáticas y ambientales. Ya nos habían comentado que la temperatura estaba, ese día muy agradable (-4°C), y era así para personas que han soportado sensaciones térmicas en el orden de -36°C. Al pasar los días, opinábamos lo mismo.
El recorrido a través de la ciudad, permitió apreciar un espectáculo natural maravilloso, que en nuestro caso solo había sido visto en postales navideñas, o en películas ambientadas en esta época del año. También llamaba la atención que a pesar de la inmensa cantidad de nieve, las autopistas y avenidas se encontraban completamente despejadas y totalmente operativas. Durante el recorrido hicimos una parada en un Tim Hortons para tomar algo caliente, muy gratificante y necesario.
A la llegada de la residencia del hijo, comenzó el ritual de todos los días: deshacerse de los accesorios (Chaqueta, Guantes, Bufanda, Botas, etc.). Cuando no se tiene la costumbre, al principio resulta algo complicado y fastidioso. En el interior de la casa se estaba confortable, gracias a la calefacción, sin embargo había que estar algo abrigado, ya que la temperatura estaba en el orden de los 18 °C, nosotros estamos acostumbrados a temperaturas promedio de 26 °C.
Era realmente hermoso el ambiente navideño, las decoraciones y luces en las calles, edificios, casas, etc. Una experiencia única, digna de ser vivida. Fue de mucha alegría compartir con nuestros hijos, la búsqueda, selección y compra del arbolito de navidad (obviamente natural y canadiense), adornos de navidad para la casa, regalos, etc. Otro de los hechos que justificó el viaje.
En ocasiones teníamos que permanecer en la casa, debido, básicamente a la existencia de hielo en la aceras, además de las temperaturas extremas (Ej. – 36 °C), condiciones que aún para los más experimentados, resultan riesgosas.
Fue impactante ver el operativo que despliega la alcaldía para la remoción de nieve de las calles y aceras, al igual que la aplicación de sal para derretir la nieve.
Hubo días con temperaturas no tan frías, que permitieron pasear por Montreal y disfrutar de sus encantos, así como de su variada y exquisita gastronomía.
El complejo constructivo subterráneo que dispone la ciudad, del cual forma parte el sistema Metro, permite realizar innumerables actividades de manera confortable. Existen Centros comerciales; Bancos; Feria de comidas; Centros de diversión, etc., además se dispone de servicios públicos, impecablemente mantenidos.
La red del Metro, abarca casi toda la ciudad. La puntualidad del sistema integrado de transporte, superficial y subterráneo, permite disminuir los tiempos de espera en las paradas, circunstancia muy importante en invierno.
Valga la oportunidad para comentar que el servicio de transporte público de Montreal, está considerado uno de los más eficientes del mundo.
Hubo muchas otras actividades que hicieron aún más grata nuestra visita a Montreal, como el recorrer el Viejo Montreal, visitar lugares como la Basílica de Notre Dame, entre otros, ir al Casino de Montreal, el cual con su majestuosidad y servicios brinda la oportunidad de vivir momentos muy agradables.
Los días pasaban, estábamos ya en Enero. Nuestra estadía era hasta mediados de este mes. Por supuesto que esto implicó tener que soportar temperaturas más bajas y la ausencia de sol durante varios días, que ya era frecuente, haciendo de lo días paisajes en blanco y gris.
Llegó el día de nuestra partida, a muy temprana hora de la mañana llegamos al aeropuerto, nos despojamos de nuestras vestimentas de invierno, sintiendo un gran alivio al utilizar nuestras acostumbradas vestimentas, anhelábamos regresar al trópico a nuestras costumbres.
Como es natural, las despedidas tienen su componente melancólico, sin embargo la dinámica del aeropuerto y las gestiones propias para el vuelo, minimizaron este efecto. El abordaje del vuelo fue puntual, sin embargo el despegue tuvo que esperar varios minutos, hasta tanto le aplicaran al avión, el tratamiento anticongelante, para que pudiera iniciar el vuelo hacia México, donde haríamos la conexión para nuestro país.
De nuevo la vista aérea de Montreal era impactante, pero ya conocida, totalmente cubierta de nieve. Nos despedíamos de esta hermosa ciudad, agradeciéndole los inolvidables días que nos permitió vivir en ella.
Dimos gracias a Dios por permitirnos superar el “Reto Montreal en Invierno”.
Si han vivido una experiencia similar, los invito a compartirla dejando un comentario al final de la página.
¡ Hasta la Próxima !
Javier T.